ÁVILA – RUTA

ÁVILA, DESDE LA MURALLA

Querido Turista, querido Viajero: vas a visitar “La Ciudad mejor Amurallada del Mundo”.

Ésta es una visita imprescindible si vienes a Ávila. Es el monumento por antonomasia de Ávila, y que mejor que recorrerlo.

Visitamos la Muralla (s.XII ?) desde arriba, y la recorremos como lo hicieron sus contemporáneos, recorriendo sus 1700 metros abiertos al público. Y desde ahí arriba, podréis observar la ciudad de Ávila, sus iglesias extramuros, la catedral, sus distintos barrios, conventos, … y unas vistas y paisajes maravillosos. Una visita que debes hacer.

Pero antes, unos datos de la Muralla: 2.516 metros de perímetro, 87 torreones o cubos (tenía 88, ¿Qué pasó con el que falta?), 9 puertas, más de 2.500 almenas, 12 metros de altura (de media) y 3 metros de espesor.

Primer tramo

Casa de Carnicerías (XVI)


Comenzamos por fuera de la Muralla en la Puerta del Peso de la Harina o de la Catedral, allí accedemos a la Muralla a través de la Casa de Carnicerías (s. XVI), uno de los pocos edificios todavía adosados a la Muralla y que ahora es oficina de turismo.

Antes de entrar, podéis ver a la izquierda un gran cubo o torreón, el número 1, el de la Catedral de El Salvador, incrustado en la Muralla. Es el Cimorro de la Catedral, la cabecera o ábside, que forma parte de la Muralla.

Cimorro de la Catedral – Puerta del Peso de la Harina – Casa de Carnicerias

Tras adquirir la entrada (no la pierdas, ya que nos valdrá para entrar en el segundo tramo) en la Casa de Carnicerías, subiremos, tras varios tramos de escalera, a la Muralla. No nos olvidamos de llevar la audioguía o de contratar un guía turístico que nos hará más fácil la visita. Vamos a visitar en este primer tramo: parte el lado este, todo el lienzo norte y parte del lienzo oeste.

Episcopio (s. XII) – Catedral (s. XII-XVI)


Estamos en la mitad del lado este de la Muralla, la zona más fuerte del monumento. Mirando por fuera, a la Calle San Segundo, vemos lo difícil que debió ser para los atacantes, que incluso debían evitar antes una barbacana (una pre-muralla) e incluso un foso. Al sur se ve la Catedral de El Salvador (s.XII-s.XVI), primera catedral gótica de España, y si recorremos unos pasos hacia ella, estaremos encima de la Puerta del Peso de La Harina y al fondo la Plaza de la Catedral, lugar que habrá que visitar para verla y para ver sus Palacios.

Seguimos ya avanzando dirección norte (el único que por el podemos continuar). Justo enfrente por donde hemos subido, hay un edificio adosado a la Muralla por dentro, es el Episcopio (s. XII), que perteneció al antiguo Palacio Episcopal.

Episcopio (izq.) (s.XII) – Catedral (s.XII-XVI)

Vamos entrando en sus cubos, en los cuales todavía no hay escaleras para acceder (ya las veremos más adelante), y esto es porque en época medieval se recrecieron las paredes entre torreones.

Basílica de San Vicente (s. XII)


Llegamos al Jardín de San Vicente (en el exterior), desde donde podremos observar desde arriba, unos restos arqueológicos adosados a la muralla, llamados el Jardín de Prisciliano: Hornos Hispanorromanos (s. I – IV d.C), tapados; estancias de esos siglos; el muro de defensa de la Muralla (barbacana); y algún muro medieval (s. XIII – XIV) y otros modernos y contemporáneos.

Jardín de Prisciliano

Frente a ellos, al otro lado de la calle, la Basílica de San Vicente (s. XII), joya del románico abulense, y de la cual conservamos una leyenda de su construcción.

A la derecha y al fondo de la Basílica, se encuentra el la Ermita del Humilladero (s. XVI).

Basílica de San Vicente (s.XII)

Sin darnos cuenta, estamos en una de las puertas de la Muralla, la Puerta de San Vicente, que junto con la del Alcázar (la última que visitaremos) son las más fuertes del recinto. Ahora sí nos hace falta subir escaleras para llegar a lo más alto. Podemos cruzar de torreón en torreón, sin necesidad de bajar, por la zona más alta, a través de un puente que las une, que solo tienen estas dos puertas y, que en este caso, era muy necesario, ya que la torre Norte no tiene escalera de acceso.

Hacia el interior, podemos ver tres palacios: el Palacio de Sofraga, adosado a la Muralla (ahora un establecimiento hostelero), un poco más adelante el Palacio de los Verdugo (s. XVI) (sede del archivo municipal, Turismo, cultura y sede de las Ciudades Patrimonio) y al fondo el Palacio de Los Águila (s. XVI). Esta zona, aunque poblada de palacios, y junto a la zona del Jardín San Vicente, fue la judería hasta principios del s.XIV, incluso por la zona donde está ubicado el Palacio de los Verdugo, estuvo la Sinagoga Mayor.

Hemos llegado a la esquina del lado Noreste. Estamos en el cubo número 11, el Cubo de la Mula. Su nombre es debido a un verraco (escultura zoomórfica: vaca o cerdo…) que se encuentra adosado en el exterior, el cual, nuestros antepasados, lo confundieron con una mula. Si no te quieres asomar, puedes verlo antes de llegar a este cubo. También la leyenda, asociada a este cubo, tiene algo que ver con su nombre.

Cubo de la Mula

Lienzo norte


Comenzamos el lienzo Norte de la Muralla. Desde aquí, aunque la altura parece mayor, no es por culpa de la Muralla, si no por el terreno escarpado donde se asienta. Ahora vemos todo el lado norte de Ávila, sin edificios que nos interrumpan la vista. Mirando hacia abajo, vemos la Ronda Vieja, calle empedrada que deberemos utilizar si queremos darnos un paseo alrededor de la Muralla, así podemos hacernos una idea de lo que sentían los que asediaban la ciudad.

Pasamos por una zona techada, del Palacio de Sofraga, y llegamos al Palacio de los Águila. Por el exterior, vemos el Monasterio de la Encarnación (s. XVI), lugar donde inició su “andadura” Santa Teresa de Jesús. Detrás, aunque desde aquí no lo podemos apreciar, está uno de los antiguos cementerios judíos, que ahora se ha convertido en el Jardín de Sefarad.

Palacio de Sofraga (s.XVI)

Monasterio de la Encarnación (s.XVI)

Hemos llegado a otra de las puertas de la Muralla, la Puerta del Mariscal. Nada que ver con la majestuosa Puerta de San Vicente, ya que en su paseo por la parte alta no se diferencia. En el interior, a la izquierda, está el Palacio de Bracamonte (s. XVI), (actual sede de Cultura de la Junta de Castilla y León) y al fondo la Capilla de Mosén Rubí (s. XVI), junto al Convento de las Dominicas.

Por el exterior vamos divisando una torre de ladrillo, es la Iglesia de San Martín (s. XIV-XVI).

Capilla de Mosén Rubí (s.XVI)

Iglesia de San Martín (s.XIV-XVI)

Espadaña del Carmen (s. XVII)


Nos vamos aproximado a la Espadaña del Carmen, pero justo antes de llegar y junto a unos jardines, está el Palacio de Juan de Henao (s. XVI, reconstruido en 1922 ), actual Parador de Turismo, y por donde, antes de ser visitable la Muralla, se podía acceder a ella por una escalera, que ahora ha desaparecido.

Y llegamos a la Espadaña, construida en el s. XVII, junto a la Puerta del Carmen y a uno de accesos a la Muralla. La Espadaña pertenecía al Convento del Carmen Calzado (s. XIV), el cual está a la izquierda, convertido ahora en el Archivo Histórico Provincial. Esta puerta de la Muralla, también fue llamada “de la Carcel”, ya que desde 1852 y durante buena parte del s. XX, el antiguo convento carmelita, fue la Cárcel Provincial de Ávila.

En esta puerta podemos apreciar algo que la distingue, además de la Espadaña: sus torreones son cuadrados y la línea de la Muralla se ha quebrado. Aunque está muy reconstruida, como se puede apreciar en el tipo de piedra y corte, este tipo de torreones y este quebrado (para evitar ataques frontales) son típicos de las fortalezas musulmanas.

Pasamos bajo la Espadaña a través de una puerta de arco medio punto estrecha. Desde aquí ya se divisa el lado oeste de la fortificación, la zona del río Adaja, y como las construcciones han cambiado: ahora son casas bajas, nada que ver con los palacios de la zona alta.

Puerta y Espadaña del Carmen (s.XVII)

En el exterior, vemos dos edificios: el primero es el Palacio de Congresos “Lienzo Norte”, un edificio de nueva construcción, pero muy bien mimetizado con el entorno; y detrás de él, al fondo, lo que fue el Colegio de Huérfanos de Ferroviarios (1954), posteriormente Escuela de Policia (1979), y en la actualidad, sede de la Universidad Católica (1996), UNED, Escuela de Enfermería y la Fundación Cultural Santa Teresa.

A pocos metros de la Espadaña, encontramos, entre almena y almena, unas saetereas (posiblemente del s. XIX) por donde disparaban para la defensa del recinto. Es de presumir que gran parte del almenado tuviera esta defensa, ya fuese en ladrillo, piedra o en madera.

Palacio de Congresos – Universidad Católica (al fondo)

Saeteras

Durante todo el recorrido, hemos visto mezcla de dos materiales en la Muralla: la piedra y el ladrillo. Este último, sobre todo en la partes altas y con formas decorativas, y en algunos arcos que cubren las escaleras de subida a los torreones, proviene de la mano de obra de influencia musulmana que edificó la Muralla.

La Ermita de San Segundo y los Cuatro Postes


Terminamos el recorrido por el lienzo Norte. Estamos en el cubo 41, en el Cubo de San Segundo, el que hace esquina. Subimos al cubo, para poder ver la Ermita de San Segundo (s. XII), que le da nombre, y al fondo los Cuatro Postes (s. XVI), lugar de obligada visita, desde donde se tiene una visión espectacular de Ávila y su Muralla. También podemos observar todo el lado oeste de la Muralla, con el río Adaja como defensa natural.

Ermita de San Segundo (s.XII) – Los Cuatro Postes (s. XVI)

Continuamos unos metros más hasta el final del recorrido, ya que el lado sur, todavía no es visitable. Antes de finalizar, encontramos otro acceso a la Muralla, este es accesible.

Entre la Ermita de San Segundo, y el puente sobre el río Adaja, encontramos las Tenerías (s. XV-XVII) (donde se curtían las pieles) y un Palomar, que ahora es albergue del Camino de Santiago.

A la izquierda del actual puente, hay otro, que llaman el “Puente Romano”, antiguo puente de acceso y ahora peatonal. Los pilares sí son de época romana, pero su parte alta dataría del los s. XI y XIII.

Puente Romano

Y sin darnos cuenta, hemos llegado a la Puerta del Puente o Puerta de San Segundo, como no podría ser de otra manera, puerta de acceso para todo el que venía del oeste. Es la última de este recorrido. Desde aquí, se puede ver lo que decíamos al principio de esta zona con casas bajas, tan diferentes de las de la parte alta, sin palacios ni zonas nobles medievales, lugar de residencia de la población humilde y artesanal. A la derecha, en el lado Sur, fue donde los judíos fueron desplazados en el último tercio del s. XV hasta que fueron expulsados en 1492.

Y ahora tenemos dos opciones: desandar lo andado, volviendo por donde hemos venido, así nos volveremos a recrear desde lo alto de la Muralla, o bajar por alguno de los accesos del recorrido y callejear, hasta la Plaza de Santa Teresa o del Mercado Grande, donde accedemos al último tramo visitable.

Segundo tramo

Puerta del Alcázar


Ahora debemos ir la Plaza de Santa Teresa, a 200 metros al sur de la Casa de Carnicerías, por donde accedimos a la Muralla. Desde allí, entramos por la Puerta del Alcázar, casi gemela a la de San Vicente, y a la izquierda, está el acceso a este segundo tramo amurallado (recuerda acompañarte de la audioguía o mejor de un Guía Turístico), la segunda parte del lado este.

Puerta del Alcázar – Escalera de acceso

Plaza de Santa Teresa e Iglesia de San Pedro


Arriba, a la izquierda, volveremos a ver la Catedral de El Salvador, y un poco antes su Claustro. Si miramos a través de la zona de la Puerta de la muralla veremos la Plaza de Santa Teresa y al fondo la Iglesia de San Pedro (s. XII), y delante de ella el Monumento a las Grandezas de Ávila, con Santa Teresa de Jesús en lo alto. Pero en el suelo, en este mismo tramo, hay una rejilla, por la cual se ve la puerta. Este hueco era utilizado para la defensa de la puerta o para protegerla en caso de incendio.

Por esta Puerta del Alcázar se accedía al desaparecido Alcázar que estaba en el interior, por donde hemos accedido, y del que no queda nada más que los recuerdos en la Muralla.

Iglesia de San Pedro (s. XII) – Plaza Santa Teresa

Seguimos hacía la derecha donde nos encontramos el Cubo del Homenaje (perteneciente al Alcázar), el único con un voladizo hacía el exterior y muy remodelado. En su interior podemos ver unos audiovisuales sobre Ávila. Desde aquí y mirando hacía el interior de la ciudad, vemos el pequeño jardín con una fuente y un verraco. Al fondo de la Plaza de Adolfo Suarez (cuya figura habremos visto al acceder) está el antiguo Banco de España, ahora Delegación del Catastro.

En la esquina, el Cubo del Espina el cubo 81 (recordemos que el 1 era el Cimorro de Catedral y que su numeración va al revés del sentido horario). Desde él, podemos observar, además de todo el sur de Ávila,  las vistas de todo el Valle Amblés, bañado por el río Adaja y sus afluentes, con la Sierra de la Serrota (2292 m.)al fondo y a su izquierda, la Sierra del Zapatero (2158 m.)

Como monumentos destacados, a los pies de este cubo, está el Convento de las Concepcionistas y al sureste y un poco más alejado, el Real Monasterio de Santo Tomás (s. XV), residencia de verano de los Reyes Católicos, y donde está enterrado su hijo D. Juan, con tres claustros y un Museo Oriental, y de obligada visita.

Real Monasterio de Santo Tomás (s. XV)

Paseo del Rastro


Avanzando ya por la lado sur, y tras bajar una escalera, visitamos los últimos metros de la Muralla. Mirando hacia la calle, vemos el Paseo del Rastro, construido para salvar el desnivel natural que había, recorrido ideal para conocer las Murallas desde abajo. Pegado a este está el Convento de Nuestra Señora de Gracia (s. XVI) y un poco más su izquierda la Iglesia de Santiago (s. XVI).

Iglesia de Santiago (s. XVI) – Valle Amblés

Para terminar la ruta, que nos ha llevado alrededor de dos horas, llegamos al Cubo del Polvorín, más ancho que los demás, también perteneciente al Alcázar, y que fue utilizado para tal fin. Más allá se encuentra el Palacio Episcopal, y que por el cual no podemos pasar.

Deberemos bajar por donde hemos entrado.


Quizá sea momento de tomar algo y seguir visitando la ciudad, por ejemplo viendo la Muralla desde abajo.

Queda mucho por ver, sorprenderte y conocer.

Dónde alojarte en Ávila

Dónde comer en Ávila

Qué ver en Ávila

Pronto podrás descubrir, todo lo que te ofrece Ávila y su provincia

Un paraíso de historia, tradición, paisajes, naturaleza y buena gente.

1
¿Quieres conocer más cosas sobre Ávila y su provincia? Queremos regalarte una visión diferente sobre la provincia de Ávila, así que si quieres formar parte de nuestro grupo sobre TURISMO EN ÁVILA estaremos encantados. Haz clic y comencemos...